El 17 de diciembre de
1989, sucedió en el Hipódromo de Porongoche un caso digno de
Ripley, que en ese entonces causó gran revuelo y que hizo protestar
a los aficionados que se hicieron presentes, invadiendo la pista de
carreras. Dicha actitud obligó indirectamente al Directorio del
Jockey Club de Arequipa, a un acuerdo absurdo, que merece el título
de la presente nota.
Era la primera carrera de
las siete pruebas programadas por el Jockey Club de Arequipa y donde
estaban inscritos Enredosa, Avasallador, Doña Brava, Che Carlitos,
Haggena, Floridean y Nanino; es decir, un evento para productos de
dos años.
Favorito resultó
Avasallador del stud Piromi y preparado por Mauro Carazas, teniendo a
David Cornejo en sus controles, la distancia 1300 metros y el premio
al ganador, nada menos que dos millones ochocientos mil intis.
La punta la hizo
Avasallador, que desde los últimos 700 empezó a mañosear, de tal
forma que al ingresar al último codo, tiró bruscamente hacia
adentro, obstaculizando a la potranca Floridean, que amenazaba por
los palos, teniendo su jinete que levantar.
Cornejo puso rigor en el
hijo de Ups, el cual se olvidó de los amaños y con tranco firme
empezó a dejar regados a sus rivales en los doscientos finales, para
cruzar el disco con 13 cuerpos a su favor y dejando en los puestos
secundarios a Floridean, Che Carlitos Nanino, Haggena, Doña Brava y
Enredosa, casi fuera de poste.
Pero vino el reclamo de
Nicomedes Cerdán, por el estorbo que sufrió su conducida y la junta
de comisarios en un fallo que causó gran sorpresa, optó por
distanciar al castaño Avasallador, detrás de Floridean, que fue la
perjudicada; es decir, se adelantaron 22 años, lo que en la
actualidad y en el Hipódromo de Monterrico hubiese sido casi normal,
teniendo en cuenta que todo foul es distanciamiento.
Pero lo curioso y
anecdótico vino después, cuando el público invadió la pista de
carreras; todo el mundo estaba en desacuerdo ya que aplicando el
criterio, lo que primaba en ese entonces y aún se mantiene en el
Hipódromo Arequipa; era obvio que Avasallador ganaba de todas
maneras y lo acordado por los señores de la caseta, era una
barbaridad.
Con un ambiente muy
caldeado por parte del público asistente; el Directorio en una
actitud salomónica, pero desconcertante y antirreglamentaria; ordena
que se devuelva a los apostadores, los boletos jugados al potrillo
Avasallador, tanto en ganador y dupleta; manteniendo el fallo de la
junta y pagando siempre en ganador a la hija de Forlano.
¿Quiénes eran los
señores de la Junta de Comisarios de ese entonces?, solo me viene a
la memoria el nombre de uno de ellos, pero no es justo mencionarlo,
mientras no me acuerde del resto.
Si quieren más datos del
mes de diciembre del 1989 en una fecha muy cercana a la de hoy, les
diré que había gran cantidad de caballos en el Hipódromo de
Porongoche, sugeriendose programar carreras de eliminación; había
doble reunión de carreras, domingo y miércoles; Eugenio Quispe era
líder en jinetes, Los Compadres el mejor stud, Julio Rojas líder en
preparadores; Vincha Verde se consagraba crack del hipódromo al
ganar el clásico Jockey Club del Perú sobre 2200 metros y Sincero
ganaba el último clásico de la temporada corriendo en walk over.
Como nota adicional, es
bueno también recordar que las carreras de los días miércoles,
luego fueron programadas para el día viernes, por el fracaso
económico que resultaban las mismas a mitad de semana.
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