26 de octubre de 2009

AREQUIPA Y SU NUEVO HIPODROMO

Hasta hace algunos años, era difícil soñar que la ciudad de Arequipa podría tener un nuevo hipódromo y es que la situación económica del Club, hacía pensar que muy por el contrario se quedaría sin el espectáculo que por afluencia de público y un público constante, se había convertido en un deporte de mucha preferencia, superado únicamente por el fútbol.
Al ser abolida la Ley 24088 que gravaba con el 1% a las apuestas del Hipódromo de Monterrico - centro hípico de mayor importancia en el Perú - a favor de las hípicas de provincias, la crisis se acentuó con tanta peligrosidad que hizo que el Hipódromo de Chiclayo cerrara sus puertas y pusiera en carácter de moribundo al turf arequipeño.
Es bueno recordar que las hípicas del norte y sur del país, siempre han sido subvencionadas por el Jockey Club del Perú, máximo exponente nacional en cuanto a caballos de carrera y cuando éste dejó de hacerlo, se beneficiaron con la Ley en referencia que fue conseguida gracias al trabajo de distinguidos hípicos de Chiclayo y Arequipa como por ejemplo Pablo Antonio Calle, quien es el turfman que más rápido nos viene a la memoria.
Es bueno anotar de igual modo que la hípica peruana contaba con tres hipódromos, siendo el de Monterrico situado en la capital del país, el de mayor jerarquía tanto en cantidad y calidad de ejemplares así como la crianza de caballos de carrera. Arequipa con el hipódromo de Porongoche y Chiclayo con el Santa Victoria, se nutrían por lo menos en los últimos años de ejemplares provenientes de la capital.
La Ley 24088 fue promulgada el 25 de enero de l985, cuando Darío Núñez era Presidente del Club Hípico arequipeño y tuvo una duración aproximada de ocho años, siendo los timoneles Renzo Mossuto, nuevamente Darío Núñez y finalmente Víctor Fernández Bustinza, quienes con el ingreso del 1%, proveniente de las apuestas de Monterrico tuvieron una dirección del Jockey Club de Arequipa sin mayores apremios económicos.
Lamentablemente la época de bonanza duró poco y había que subsistir por medios propios lo que no fue suficiente para el jockey club de Chiclayo siga en la brega y ponga fin a un turf exitoso de muchos años, con acertada crianza de caballos y meritorias victorias, cuando le toco disputar los clásicos interprovinciales con ejemplares de la ciudad blanca.
Pero para el Jockey Club de Arequipa tampoco las cosas fueron color de rosa, poco a poco se fue acentuando la crisis económica, agravada por el poco tino de algunos dirigentes, a tal punto que la caballada se fue reduciendo peligrosamente, hubo escasez de jinetes, propietarios impagos en los premios, desaliento para adquirir nuevos ejemplares y lo que es peor el embargo de las instalaciones del Club hípico era casi inminente.
Si bien es cierto pudo capearse el temporal gracias a un ordenamiento del aspecto económico y financiero del Club, así como la venta de parte del terreno del Hipódromo de Porongoche, el milagro sucedió con la aparición de la Empresa Signature Gaming Management Perú SAC, que propuso el arrendamiento del Hipódromo así como del local social de la institución hípica de la calle La Merced.
Los socios se reunieron el 24 de junio del 2006 en una Asamblea Extraordinaria y aprobaron el contrato con la Empresa citada líneas arriba, a cambio de recibir cierta suma de dinero, pago de premios de las carreras del Hipódromo de Porongoche y el mejoramiento de las instalaciones tanto en el recinto hípico como en el local social. El objetivo de Signature era poner un casino en las instalaciones del local social, negocio con fuerte ingreso económico y que la gente lo había acogido como el de mayor preferencia para arriesgar su dinero. Por razones que desconocemos lo último no llegó a concretarse pero la empresa extranjera cumplió con gran parte del contrato lo que sin lugar a dudas evitó que la hípica en el sur del país colapsara y siguiera los pasos del Jockey Club de Chiclayo.
Lo cierto es que los directivos del Jockey Club de Arequipa pudieron sanear las deudas, los propietarios terminaron con los premios al día, desaparecieron las sombras de los embargos y por fin renació la idea de construir un nuevo hipódromo.
Durante los últimos 40 años el pensamiento de construir un nuevo centro hípico siempre estuvo presente, pero nadie daba el primer paso y si lo hacían, no encontraban eco entre los socios para llevar a cabo tan importante tarea.
Pero por fin llegó el día esperado, fue durante el Directorio presidido por Rodolfo Escobar en que se dio el primer paso para llevar a cabo el anhelo de muchos años cual era la construcción de un nuevo hipódromo. Fue en la Asamblea Extraordinaria llevada a cabo el 24 de abril del 2007 en que con una regular cantidad de socios se hizo conocer la oferta recibida para comprar el Hipódromo de Porongoche, así como la adquisición de un terreno aledaño a la ciudad.
Luego de escuchar el informe del Presidente y el comentario de los asociados, se llevó a la conclusión de nombrar una comisión evaluadora a fin de estudiar con detenimiento el acuerdo de Asamblea, otorgando un plazo de dos meses para tal fin. Dicha comisión quedó constituida por Rodolfo Escobar, Eduardo Benavides, Jorge Concha Fernández, Luís Concha Fernández, José Chirinos Escobedo y David Núñez del Prado. Es bueno anotar que de igual modo se nombró una Comisión fiscalizadora que lamentablemente no cumplió su función a cabalidad producto de las renuncias de algunos de sus integrantes.
Excediendo el plazo establecido, el 9 de agosto del 2007 en nueva Asamblea Extraordinaria de Asociados, la Comisión en referencia dio su informe, acordando finalmente lo siguiente: autorización para la venta del Hipódromo, autorización para la compra de un terreno, autorización para la construcción de un nuevo recinto hípico, creación de una Comisión para la ejecución de los acuerdos anteriores y finalmente la elección de los miembros de dicha comisión que fueron los mismos de la Evaluadora con excepción de Rodolfo Escobar.
Hubo varias ofertas para comprar los terrenos de Porongoche, pero finalmente quedaron tres, cuya ganadora resultó Cooperativas Alfa S.A. la misma que propuso la mejor suma y que de cuerdo a los estudios, alcanzaría para la adquisición de los terrenos en Cerro Colorado y la edificación del nuevo coloso deportivo.
La construcción de un hipódromo no es cosa de todos los días y muchos se equivocaron en dar plazos desde los más optimistas que dijeron seis meses y algunos con mejor conocimiento un año aproximadamente. Lo cierto que ha transcurrido 16 meses desde que se cerró Porongoche y aún no se ha culminado la tarea; aunque los trabajos están avanzados y el actual Presidente del Club Luís Concha Fernández ha manifestado que de todas maneras se inaugura el sábado 28 de noviembre del presente año. Esto nos trae al recuerdo que el coloso Hípico de San Felipe en Lima se edificó en nueve calendarios.
Si bien es cierto la construcción del Hipódromo “Arequipa” cual será su nombre, de acuerdo a concurso realizado, tiene una gran demora que tiene preocupados a los propietarios y ansiosos a los aficionados, es justo comentar que el terreno adquirido tuvo un desnivel tan marcado que se tuvo que realizar un movimiento de tierras de tal magnitud que indudablemente hizo que se demorara la obra. Esta labor estuvo a cargo del Ing. Luís Calderón Torres de la firma ETECO.
La primera tarea que se hizo fue la construcción de los 240 boxes, pues ello era de suma prioridad si se tiene en cuenta que los ejemplares ya no tenían que estar en Porongoche hasta el mes de julio del 2008 de acuerdo a lo establecido con la Empresa Cooperativas Alfa S.A. sino que tendrían que abandonar en el mes de mayo, luego de la nueva oferta de dinero de dicha firma, interesada en construir cuanto antes un centro comercial.
La obra estuvo a cargo de INVERCOM, del Arq. José Luís Paredes.
Dos tribunas tiene el hipódromo Arequipa, una para socios y la otra preferencial para el público en general. Su diseño estuvo a cargo del Arq. Alfonso Alemán, aunque nos consta que gran parte de este trabajo estuvo a cargo de Jorge Concha Fernández. La construcción estuvo a cargo de Constructora Valencia del Ing. Hernán Valencia Valencia.
El hipódromo cuenta con dos pistas; una de arena de 1400 metros, con dos curvas, dos rectas de 400 metros y un ancho de 19 metros con excepción de la recta final que tiene dos metros más.
La de césped es interna, aún no está terminada y tiene una longitud de 1200 metros así como un ancho similar a la de arena.
La colocación de las barandas estuvo a cargo de SMART, del Ing. Luís Soto Chichizola.
Para su puesta en marcha faltan acabados, instalación y adquisición de maquinas expendedoras de boletos, culminación de trabajos en La Pelousse, muro perimétrico, planta de potabilización de agua, energía eléctrica, compra de televisores, fotochart, asfaltado de la pista de ingreso, sembrado de áreas verdes etc. Lo que nos hace dudar un poco que el hipódromo se inaugure en noviembre. Ojala me equivoque y abra sus puertas en la fecha que ha señalado el Presidente a fin de no seguir perjudicando a los propietarios y aficionados que ansiamos contar cuanto antes con nuestro espectáculo preferido.
Respecto a la caballada, es interesante señalar que en la actualidad la población equina está cercana a los 200 ejemplares, un número considerable si tenemos en cuenta que cuando se dejó Porongoche apenas había 99 matungos.
Respecto al Partidor Eléctrico, éste ha sido remozado y cuenta con 12 celdas. Tal vez lo preocupante sean los jinetes que por la paralización se han alejado, pero creemos que con las gestiones necesarias pueden venir del Hipódromo de Monterrico.
Este es el panorama del nuevo hipódromo cuyas obras se están acelerando para culminar e inaugurar antes de fin de año; pero lo cierto es que ya tiene forma y su construcción es una realidad.


Hipodromo Arequipa