2 de noviembre de 2009

EL DIVINO VENCEDOR DE CRACKS

Hasta el domingo 26 de enero de 1986, EL DIVINO, un hijo de Grass Coeur y Tangaroa II, seguía manteniéndose en la historia del turf arequipeño como el dueño del récord de los 1500 metros con 1´41”0, registro estampado el 13 de junio de 1976 en el Clásico Fernando Lorca Cortínez, cuando derrotó por 14 cuerpos a Mescalina y dejó fuera de poste a Poly Alpac. Como era su estilo, el grandazo que alistaba Julio Rojas les hizo un punta a punta demoledor que le sirvió para batir el registro que tenia El Intruso desde el 18 de junio de 1974 de 1´41”3 para la distancia.

El castaño del stud Sta. Regina logró batir el récord de los 1500 metros, luego de 4 victorias consecutivas y en forma invicta, lo que lo situaba como un serio aspirante, al título de crack de la arena del Hipódromo de Porongoche.

¿Pero que es lo que hizo tan especial a este corredor ejemplar de tranco demoledor, cuya modalidad como repetimos era situarse en punta y pegado a la baranda?, sencillamente se dio el lujo de batir a los mejores caballos que corrían en la pista de Arequipa, en su trayectoria de 212 presentaciones y 33 triunfos en su haber; producto de su dilatada campaña de ocho años.

El Divino marcó su debut el 9 de mayo de 1976; salía con trabajos brujos y enfrentaba a Fortunella, Parlante, Jezabel, Broncil, Narváez, Bienhechora, Poblador y Genial, a los cuales no tuvo mayor problema en derrotarlos. El defensor del San Carlos, stud al cual defendió en inicio, venía de participar en la carrera de eliminación del Hipódromo de Monterrico, en donde arribó tercero en 0´59”0 para los 1000 metros.

Es bueno aclarar que tanto el stud San Carlos y Sta. Regina pertenecía a su misma propietaria.

El Divino se mantuvo invicto por cinco presentaciones, hasta que el 20 de junio del mismo año, BURDOVA, la hija de Lohengrin y Techerina lo derrotó por un naríz.

Este ejemplar de 530 kilos, era un león en las carreras clásicas, pero bajaba inexplicablemente su rendimiento en las pruebas de hándicap, siendo derrotado por ejemplares considerados muy inferiores, lo que indudablemente lo sacaba de escena para ser considerado como un crack; es decir era un rey sin corona.

En los eventos importantes era un león en punta y no le importaba si la prueba era corta o sobre los 2000 metros; su tranco largo, arrollador y contundente, le sirvió para que mordieran el polvo de la derrota, animales de la talla de Ruperto, Señorita, Colleano, Brandung, El Padrino, Fede Boy, la misma Burdova, Jimmy Jackson, El Intruso, Partolo, Disney y otros que se me escapan de la memoria; los cuales alternaban en las pruebas clásicas del coloso arequipeño. Es decir, fue un vencedor de cracks, título que si bien lo alcanzaba en un momento, lo perdía en su siguiente presentación en una carrera hándicap. ¿Era un caballo irregular?, ¿fueron maravillas de su preparador?; lo cierto fue que nos brindó carreras inolvidables.

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