SIGUEN EN EL SIGLO PASADO

No hay duda que los comisarios siguen en el siglo pasado; primero prefieren hacer de veedores y no recurrir al avance de la ciencia mediante la información a través de la filmación de las carreras y ahora actúan de acuerdo a lo que sucedía hace años atrás.

El asunto vino de Estados Unidos y en un momento se aplicó en el Hipódromo de Monterrico, con resultados poco halagadores y de muchos reclamos, teniendo que recurrir nuevamente al criterio de la junta de comisarios. Felizmente en Porongoche nunca se aplicó.

El argumento consistía en que cualquier estorbo en la recta final era distanciamiento, no importando el lugar en que arribara el ejemplar estorbado; es decir, si un caballo “x”, gana la carrera luego de estorbar a otro “z”, que finalmente llegaba quinto, por poner un ejemplo, el ejemplar “x”, iba al sexto lugar, resultando ganador, el que llegó segundo tal vez a cinco o más cuerpos del caballo vencedor; en este caso el caballo “x”.

Es cierto, se quería con esta manera tener carreras limpias y que los jinetes mantengan su línea de competencia sin perjudicar al resto de competidores; pero los resultados terminaron siendo peores que cuando se actuaba bajo el criterio, teniendo los directivos del Hipódromo de Monterrico, volver nuevamente al criterio de la Junta de Comisarios; tal y cual se señala en los artículos 177 y 178 del reglamento de carreras del Jockey Club de Arequipa.

Los señores de la caseta argumentan que según su criterio, El Genovés que llegó tercero, sin el estorbo le ganaba a Ojo Vivo y cabía el distanciamiento.

Yo me pregunto; si se quiere restablecer el orden de llegada, ¿creen que Tomassini, que arribó segundo y era ajeno al lío, le ganaba a Ojo Vivo? ¡Claro que no¡

Con su fallo beneficiaron a un tercero, no se hizo justicia con El Genovés que de todas maneras resultó perdedor y el ganador, terminó tercero detrás de Tomassini al que nunca hizo nada.

Señores comisarios no esperen un tercer error, si no pueden con el cargo mejor renuncien y no causen problemas. Por si acaso y como un sano consejo, también eviten el contacto constante y personal desde la primera carrera con los profesionales y el estar en las ventanillas jugando unos cuantos boletos, que como ustedes saben, personalmente he constatado.