17 de diciembre de 2010

EL GRAN DERBY DEL SUR

Sin lugar a dudas, que la prueba a disputarse este fin de semana, es la carrera más esperada por todos lo que intervenimos de alguna manera en el deporte del fina sangre de carrera.

El Criador; que ve plasmado sus esfuerzos, luego de tres años siguiendo paso a paso el desarrollo del juvenil, desde que nace, hasta su intervención en esta competencia donde toman parte solo los mejores.

El Propietario; que al adquirir un producto, lo hace con la intención que su engreído no solo tome parte en las carreras para los de su edad; sino, que le pueda causar, una de las satisfacciones más grandes, cual es el de ver sus colores victoriosos en la cinta azul.

El aficionado; que goza con este tipo de espectáculos, porque sabe que el Derby no es una carera cualquiera; es una competencia donde los dueños de stud y profesionales, ponen el mayor empeño, como quizá no lo harían en una carrera cualquiera, garantizando de esta manera, un espectáculo vibrante de principio a fin.

Ganar el Derby no es tan fácil; incluye buena inversión de dinero, bien sea para criar o adquirir el ejemplar, mantenimiento del mismo y tal vez mucha suerte; ya que he sido testigo, que en algunas oportunidades no siempre gana el mejor, como dice el locutor del hipódromo, tampoco gana el que costó más caro ni el que mejor pedegree tiene, se impuso el que tuvo menos problemas antes de la competencia; o sencillamente el que fue mejor llevado en la prueba, donde la distancia a disputarse, incluye un planteamiento de carrera adecuado y una conducción de primera como solo saben hacerlo los jockeys experimentados.

Lo cierto es que el propietario que gane un Derby, ya puede sentirse tranquilo a futuro, en vista que ganó la mejor carera del calendario hípico y que pocos pueden lograrlo. Lo que pase posteriormente ya no interesa, el nombre del criador, propietario, profesionales y ejemplar; quedarán grabados con letras doradas en la historia de nuestro turf.

 

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