La práctica ha demostrado que no
interesa el horario de partida de la primera carrera, el cual puede ser las
once de la mañana, las doce del día o una y treinta de la tarde, siempre se dará
largada con media hora de atraso, demostrando que nuestras autoridades hípica no
cumplen con su labor en forma efectiva, dando pie a que cualquier día se
suspenda la última carrera por falta de luz o suceda algún inconveniente que
posteriormente se tenga que lamentar.
El postergar la reunión de
carreras en el Hipódromo de Monterrico para el horario nocturno, posibilitó que
en Arequipa las competencias se desarrollen una hora más tarde; es decir, a las
14:30; pero ello no significa que la primera se largue con media hora de
retraso, teniendo finalmente los apostadores, retirarse del recinto deportivo
con poca luz, entregar los premios a los ganadores en el Palco en oscuras y
quedarnos sin las separaciones de las carreras en las dos últimas por la escasa
visibilidad.
El que falten jinetes, que no
lleguen a tiempo, que no estén todas las autoridades, que no estén listos los ejemplares etc, etc, siempre
se producirá no importando el horario de partida del primer evento. ¿Y de quien
depende para que ello no suceda? ¡Adivinen!
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