13 de mayo de 2011

LA HISTORIA SE REPITE


La historia nos ha demostrado, que pese a tener en Arequipa una buena afición por las carreras de caballos, El juego realizado únicamente en nuestro recinto deportivo, ha sido insuficiente para autoabastecernos, en vista que en nuestros mejores momentos y con una programación nutrida; nunca hemos pasados los tres mil soles por carrera, que como puede verse no era lo adecuado para mantener el espectáculo con premios incluidos.

Era necesario entonces, contar con el apoyo externo como nos vino en el tiempo y de diferentes maneras:

 1.- EL JOCKEY CLUB DEL PERU
Su aporte por muchos años consistió en una subvención para el pago de premios, que alivió nuestra economía, realizando carreras sin apuros económicos; tal es así, que nos dimos el lujo de tener carreras interprovinciales con Chiclayo e internacionales con el Hipódromo de Arica.

2.- LA LEY 24088
 Fue un logro de directivos chiclayanos,  arequipeños y  del Jockey Club del Perú, mediante la cual se otorgaba a las hípicas de provincias el 1% del juego realizado en Monterrico.
 Como existía el Jockey Club de Chiclayo, nos correspondía el 0.5%, que era suficiente para tener un turf con claros ingresos y sin apuros económicos.
A ello en un momento se agregó la transmisión de nuestras carreras en directo para Lima y Chiclayo; así como  el aporte del Jockey Club del Perú, enviando a Porongoche y en forma semanal, jinetes de primera línea que sin lugar a dudas atraían gran cantidad de aficionados y por ende de apostadores.
Fue una gran  época del turf arequipeño que contaba con buenos recursos tanto económicos, como hípicos; llámense éstos, propietarios, caballos, jinetes etc.
Fueron tiempos  dorados donde el juego en algún momento, estuvo cercano a los cien mil soles, producto de lo realizado en Arequipa, Chiclayo y en Lima donde se jugaba tres veces más que lo realizado en Porongoche.

3.- SIGNATURE GAMING PERU SAC
Cuando se derogó la Ley 24088 y se dejó de transmitir nuestras carreras en directo para Lima y sus agencias, vino la crisis que hizo que el Jockey Club de Chiclayo cerrara sus puertas y el aprieto surgiera en Arequipa.  Se debían premios a propietarios y las instalaciones del Club Hípico arequipeño corrieron el peligro de perderse, por las deudas que al momento existían.
Pero apareció la Empresa Signature, como caída del cielo y nos salvó del aprieto a tal punto que nuestros números en rojo se convirtieron en azul.

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