8 de noviembre de 2011

EL SABADO 12 NO HAY CARRERAS EN AREQUIPA

Tal como lo señalé en mi nota del día domingo, en la presente semana no se llevarán a cabo las acostumbradas competencias, en el Hipódromo de la ciudad Blanca.

El motivo ya no es la caballada; sino los elevados costos que significa abrir el recinto deportivo, frente a los bajos ingresos producto de las apuestas.

Si nuestros directores no tienen ideas nuevas, renovadoras, que signifiquen una mayor concurrencia de espectadores, las paralizaciones seguirán produciéndose; por lo menos, hasta el cambio de directiva o la transmisión nacional de nuestras carreras con información de las diferentes apuestas, tal como sucede con las competencias del Hipódromo de Monterrico.

En consecuencia; los aficionados arequipeños tendrán que esperar hasta el sábado 19, en que se llevará a cabo el Gran Derby del Sur del Perú y que por tradición e importancia debe estar rodeado de un gran número de espectadores; sean los mismos, quienes asiduamente asisten al coloso de Cerro Colorado, gente nueva que recién acude al hipódromo, o aquella que por alguna razón dejó de asistir.

Seguro que nuestras autoridades le darán la categoría de “carreras de gala” a la reunión del Derby, pero ello no solo debe quedar ahí, se debe presentar y promocionar un espectáculo diferente a lo acostumbrado todas las semanas, a fin de que buen número de espectadores se haga presente y disfrute con la carrera más atractiva, trascendente e importante del calendario clásico.

Esta es una buena oportunidad de contar con nuevos hípicos; por tanto, no se hasta que punto sea necesario la obligatoriedad de concurrir con terno y corbata a la tribuna de socios. Muchas veces familiares y amigos que fueron invitados, finalmente desistieron de acudir al hipódromo por no ir con el atuendo exigido, que en buena parte no se hasta que punto, le de la categoría de gala.

En el momento en que estamos, cuando muchos desconocen la existencia del hipódromo en Arequipa; tal vez sea necesaria, el prescindir de una indumentaria que años atrás era ineludible por la costumbre, categoría del evento y autoridades que se hacían presentes.

Ahora las cosas han cambiado; la hípica no pertenece a una élite especial, es un deporte hasta cierto punto popular, donde los asistentes gozan con el espectáculo que brindan los nobles ejemplares de carrera y la programación se mantiene, básicamente con las apuestas.

Necesitamos de un gran número de aficionados, que se sientan cómodos y que tengan deseos de nuevamente regresar. Es mejor tener una tribuna llena con gente vestida de sport; a una vacía, con cuatro gatos con terno.

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